Se trata de un principio por el cual se ha regido las empresas de internet desde que comenzara a popularizarse este medio que ha revolucionado la industria y la sociedad en su conjunto. Este principio se propone para las redes de banda ancha de uso residencial y potencialmente aplicable a todas las redes de comunicación al describir cuál debería ser el tratamiento del tráfico que circula a través de ellas. En ese sentido, una internet neutral es libre de restricciones que pueden ser utilizadas y los modos de comunicación permitidos, que no restringe el contenido, sitios y plataformas, y donde la comunicación no está degradada por otras comunicaciones. En definitiva, tratar por igual a todos los dispositivos y máquinas con respecto a la información que se traslada.